De pan tiene poco, es más bien un bizcocho, pero su nombre oficial es ese, pan.
La receta, con retoques, pertenece al libro de cocina que más veces he ojeado a lo largo de mi vida, sobretodo porque lleva en casa más tiempo que yo. Se trata de el nº 1 de "La cocina paso a paso". Me recuerdo mirando sus fotos una y otra vez cuando mi interés en la cocina estaba en mezclar harina con agua y hacer masilla, y hasta ayer no me había animado a preparar ninguna de sus recetas. Como el recetario en cuestión parece tener más de 30 años, ajusté la cantidad de levadura y el tiempo, porque desde luego los hornos no eran como los de ahora y me parecía que dejar el pan 2 horas allí dentro era un poco mucho.
Iba a preparar unas magdalenas, pero al final mi hermana me convenció para preparar este bizcocho con dátiles (que tanto nos gustan) y nueces.
INGREDIENTES
- 125g de dátiles sin hueso
- 50g de nueces peladas
- 450g de harina integral
- 16g de levadura royal
- 1 cucharada de sal
- Media cucharadita de especias (en mi caso canela y jengibre)
- 175g de mantequilla
- 175g de azúcar
- 2 huevos
- 275ml de leche
ELABORACIÓN
Preparamos un molde alargado (18cm) pincelando las paredes y el fondo con mantequilla, forramos con papel de horno y pincelamos de nuevo.
Precalentar el horno a 180º.
Picamos en trocitos pequeños los dátiles y las nueces, y reservamos. Para que los dátiles no se apelotonaran, les eché una cucharadita de la harina que ya tenia pesada, mientras los tenia en el bol.
En un recipiente grande, tamizamos la sal, la harina, la levadura y las especias (en la receta se indica que el recipiente debe estar caliente). Añadir las posibles trazas de trigo que hayan quedado después de tamizar. Mezclar bien.
Echar la mantequilla cortada en cubitos sobre la harina y mezclar hasta obtener el aspecto de unas migas de pan. Añadir el azúcar, los dátiles y las nueces y mezclar de nuevo.
Batir los huevos y añadirlos a nuestra masa.
Por último, añadir la leche poco a poco y remover hasta obtener una mezcla uniforme.
Verter la masa en el molde y poner en la mitad del horno (más abajo que arriba) y hornear durante 50 minutos o hasta que al pinchar con la punta de un cuchillo o una brocheta, esta salga limpia.
El resultado es un bizcocho no demasiado jugoso pero muy muy rico, ideal para mojar en un vaso de leche o un café. Como no es demasiado dulce, se puede acompañar con buena mermelada o con mantequilla.
Espero que os guste!!